miércoles, 19 de noviembre de 2014

Secuencia: explorando las pompas del jabón

Explorando las pompas de jabón


¿Cuál es el propósito de plantear secuencias de actividades?

A través del trabajo con secuencias no proponemos seguir enriqueciendo las propuestas que ofrecemos en los diferentes sectores. Hasta ahora trabajamos secuencias que corresponden al sector de plástica, al sector de trasvasado y al sector de ciencias.

Una secuencia de actividades, supone la planificación y realización de un conjunto de propuestas que están relacionadas entre sí. Las  secuencias permiten que los chicos avancen en sus aprendizajes estableciendo relaciones entre lo que saben y lo nuevo que aprenden.  Generalmente se desarrollan a lo largo de un tiempo acotado (15 días a un mes).

 

Orientaciones para organizar la secuencia de pompas de jabón



¿Qué nos proponemos que los chicos aprendan a través de estas actividades?

1-     Que se pueden hacer pompas de diferentes maneras: soplando, agitando, dejando el burbujero quieto para que el viento las forme.
2-     Que si soplan muy fuerte las pompas no se forman. Hay que soplar suavemente.
3-     Que las pompas siempre salen redondas, independientemente de la forma de los burbujeros.
4-     Que hay muchos objetos con los cuales se pueden hacer pompas.
5-     Que el color de las pompas no depende del color de la mezcla. Reflejan los colores del entorno.


¿Cómo aprenden los chicos estas cosas?

Aprenden explorando. A través de la exploración los chicos desde que son muy pequeños aprenden cómo son y cómo se comportan los objetos, por ejemplo cuando los bebés chupan y aprietan una pelota están conociendo cómo es.
En el jardín invitamos a los chicos a explorar, a “hacer” diferentes acciones con los objetos para que los conozcan cada vez  más. Explorando aprenden por ejemplo que algunos se pueden aplastar y otros  no, que algunos ruedan, que tienen diferentes pesos, etc.

Tal como lo mencionamos, nuestra intención es que a través de la secuencia de pompas, los chicos aprendan que con algunos objetos se pueden hacer burbujas y con otros no, que se pueden hacer burbujas de diferentes manera, etc. Para que esto suceda les ofrecemos diferentes objetos y materiales, les planteamos algunas preguntas o propuestas para orientar la exploración.






¿Cuáles son las actividades que proponemos para realizar esta secuencia?

Actividad N°1: Probando diferentes modos de hacer burbujas.
-Consigna/pregunta: ¿Cómo podemos hacer burbujas? ¿Sólo se forman cuándo soplamos? ¿Cómo hay que soplar para hacer las burbujas?
-Materiales: burbujeros redondos de alambre y recipientes con la mezcla

En esta actividad es conveniente utilizar los burbujeros convencionales (alambre forrado) para que los chicos “soplen” y evitar aquellos elementos que puedan llevarse a la boca y aspirar (sorbetes).
Para alentar que los chicos prueben hacer pompas de otro modo que no sea soplando, los burbujeros más grandes (con los que se dificulta soplar) resultan apropiados. Invitan a agitarlos o a desplazarse corriendo con ellos y de ese modo el aire o el viento forman la burbuja.

Con respecto a la preparación de la mezcla es conveniente:
- utilizar detergente cristalino
- agregar poca agua y un poco de azúcar
Antes de realizar la actividad probar la mezcla para asegurarnos de que efectivamente sirve para hacer las burbujas.
Cuando se forma espuma sobre la mezcla las burbujas no salen. Por eso es conveniente tener mezcla preparada para reponer o sacar algunos recipientes de circulación hasta que la espuma desaparezca.


Actividad N°2: Haciendo burbujas con burbujeros de diferentes formas

Hacer burbujas con burbujeros de alambre de diferentes formas, para que los chicos puedan establecer alguna relación entre la forma del burbujero y las burbujas.
-Consigna/preguntas: ¿Cómo saldrán las burbujas si usamos burbujeros con otras formas? ¿Tendrán la forma del burbujero?
-Materiales: burbujeros de alambre con diferentes formas (estrella, corazón, triángulo, etc.) y recipientes con la mezcla.

En esta actividad es importante que haya burbujeros de formas bien variadas. Los chicos podrán descubrir lo que nos proponemos en la medida que les ofrezcamos materiales adecuados.

Actividad N°3: Haciendo burbujas con otros objetos.

-Consigna/preguntas: ¿servirán estos objetos para hacer burbujas? ¿Cuáles de estos objetos servirán para hacer pompas? ¿Cómo tiene que ser el objeto para que salgan pompas?
-Materiales: conos de plástico, pajitas, trozos de mangueras, coladores, espumaderas, canastitas de plástico, etc., y recipientes con la mezcla.

En esta actividad hay que tener en cuenta que los objetos que presentan bocas amplias (por ejemplo embudos o conos) requieren que los chicos soplen con mayor fuerza para que la burbuja se forme y luego se cierre y logre desprenderse del borde del objeto.

Para que los chicos puedan comparar y relacionar lo objetos y las pompas es interesante presentar una colección de objetos diversos. Por ejemplo: bombilla y pisapapas forman “racimos”, los sorbetes forman muchas y pequeñas burbujas, los elementos que presentan muchos orificios (por ejemplo canastitas) permiten soplar varias veces o hacen que salgan muchas burbujas cada vez que se sopla. De elementos que tienen boca grande, las burbujas salan grandes. A través de estas diferentes opciones los chicos enriquecen la exploración.


¿Cómo organizamos al grupo de chicos en estas propuestas?

La exploración es por lo general una actividad individual. Aunque haya muchos chicos explorando al mismo tiempo. Por eso es necesario que cada nene cuente con un burbujero.
Cuando ofrecemos diferentes objetos para hacer burbujas es conveniente que haya suficientes para que los chicos puedan intercambiarlos y probar diferentes opciones.
Los recipientes con la mezcla tienen que estar a la altura y disponibles para los chicos. Pueden compartirse entre dos o tres chicos o bien cada nene puede tener el suyo.

¿Dónde conviene realizar las actividades?

Las actividades pueden realizarse en un espacio abierto y también en la sala. En ambos casos se presentan situaciones diferentes.
Cuando la actividad se hace al aire libre, las burbujas “se escapan”. Los chicos juegan a correrlas, las persiguen, acompañan el recorrido con la mirada. Para que los chicos reconozcan que no solo soplando se forman burbujas, hacerlas al aire libre es una muy buena opción. 
En cambio cuando las actividades se realizan en un espacio cerrado como la sala “no se escapan” tanto. Eso hace que los chicos jueguen a atraparlas con la mano, con el burbujero para que no se rompan, a pasarse la burbuja de un burbujero a otro, etc.

¿Qué hacemos los maestros para que las actividades resulten atractivas?

Nuestra intervención comienza desde el momento en que pensamos la actividad, buscamos y seleccionamos los materiales que vamos a utilizar, el lugar en donde realizaremos la actividad, el tiempo previsto y el modo en que organizaremos a los chicos.

Durante el desarrollo de las actividades observamos lo que los chicos hacen. Esto nos permite enriquecer las exploraciones que realizan: Por ejemplo, si los chicos tienen dificultades para hacer las burbujas podemos sugerirles que soplen más suavemente, que prueben agitando el burbujero, o dejando el burbujero quieto y permitiendo que el viento las arme, podemos sugerirles que observen o les pregunten a otros chicos cómo las hacen. También tratamos de que los chicos “pongan en palabras” lo que están descubriendo, por ejemplo preguntando ¿cómo salieron las burbujas de los burbujeros que no son redondos? ¿Pudieron hacer pompas con estos objetos?

¿Qué suelen hacer los chicos en estas actividades?

Cuando desarrollamos las actividades en las salas de todos los Jardines observamos algunas acciones recurrentes.

La mayoría de los chicos agita el burbujero en el recipiente con la mezcla. Unos pocos, por lo general los más grandes meten el burbujero dentro del recipiente, lo dejan quieto y luego lo sacan.
A algunos les resulta más fácil soplar y a otros agitar o correr con los burbujeros en alto para lograr que las burbujas se formen.

Cuando descubren que para que se arme la pompa tiene que formarse la película, introducen el burbujero en la mezcla y antes de soplar constatan que la misma se haya formado. Si efectivamente se formó soplan y si no, introducen nuevamente el burbujero en la mezcla. En varias ocasiones observamos que al “descubrir” esta película, algunos chicos se interesan más por formar la película y romperla con el dedo, que por soplar para que se forme la pompa.

Notamos que a los chicos les resulta mucho más fácil descubrir la película cuando la superficie que se forma es mayor, por ejemplo cuando utilizamos los conos. También observamos que cuando la superficie de la película es grande, les resulta más fácil regular el soplado y “jugar” con esa posibilidad (es decir: soplar más o menos fuerte sin llegar a desprender la burbuja).

Cuando no logran hacer las burbujas los chicos suelen recurrir al adulto ya sea para pedirle que sople el burbujero o bien para cambiárselo. Esto último tiene que ver con la hipótesis de que la posibilidad de hacer las burbujas depende del elemento que se utiliza (el burbujero) y no del procedimiento que se emplea (el soplado). En otra oportunidad, mientras una maestra estaba haciendo burbujas, uno de los nenes acercó una sillita al lado de ella, se subió e intentó imitarla. Esta actitud pondría en juego otra hipótesis planteada por los chicos: a mayor altura las pompas mejor. Otros chicos introducían el burbujero en la mezcla una y otra vez, como si quisieran “agarrar” más mezcla y de ese modo lograr que la burbuja se forme. También observamos que algunos probaban las mezclas de otros recipientes.


En otras ocasiones observamos que los chicos que logran hacer las burbujas ayudan a aquellos que no pueden hacerlo o que les cuesta mucho. Por lo general le sostienen el burbujero para que lo soplen, o bien soplan ellos invitándolos a que “las atrapen”. 

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